lunes, 22 de abril de 2013

Los Juegos de Finnick, Capítulo 14

Cada uno de nosotros disponíamos de tres minutos para las entrevistas, donde tendrías que aprovechar cada segundo y no perder el tiempo si lo que quieres es hacerte ver como una apuesta buena entre los posibles Patrocinadores. Ahora que estaba más relajado y en una mejor posición, podía ver como el Círculo de la Ciudad estaba más abarrotado de lo que en un principio creí.

Visualicé a los Vigilantes en unos de los balcones centrales, rodeados de periodistas cargados con cámaras de vídeos, los encargados de mostrarnos por todo Panem, y fotógrafos, quienes escribirán sus artículos de mañana en relación con lo que pase esta noche. Reconocía a algunos de cuando se reunieron a mi alrededor para hacerme preguntas constantes hace apenas unos minutos. Me fijé en que los estilistas de todos los tributos se habían sentado en las primeras filas, al alcance de cualquier mirada cuando Caesar hablase sobre los trajes que llevábamos puestos.

El primer zumbido de la noche sonó, el mismo que nos informa de que el turno del siguiente tributo ha llegado. Bethany, la tributo femenina del Distrito 1, es la primera en subir los dos peldaños que hay entre el centro del escenario y nosotros. Ella se ve espectacular, con todos los años de experiencia y reconocimiento de sus estilistas sobre ella. Su cabello ondulado estaba recogido hacia un lado, con un cruce de mechones recogidos finalmente con un pasador engarzado con pequeñas joyas rojas, verdes y azules. El inicio de la falda de su vestido era una especie de cinturón hecho con el mismo material.

-Entonces, ¿te gusta estar en El Capitolio?- Le pregunta Caesar en un momento.

-Me siento como en casa, ya sabéis. El Distrito 1 está próximo y siempre hemos tenido mucha relación con los habitantes de esta maravillosa ciudad. Me sigo sintiendo viva, como si no me hubiera movido de sitio- La gente aplaudió con ganas y ella sonreía en todo momento.

Su entrevista fue bastante amena, algo que me sorprendió. La mayoría de los Profesionales tratan de hablar en lo fácil que les puede resultar matar, destrozar vidas, y presumir de los poderosos que pueden llegar a ser. Bethany trataba de caer bien a todos los presentes, riendo los chistes de Caesar o alabando El Capitolio y su presidente, algo que la gente agradeció mucho. Si yo también fuera un habitante del Capitolio, también me ganaría.

Haw fue el siguiente en salir, alzando los brazos como si ya hubiera ganado. Fue vitoreado y aplaudido con gran entusiasmo cuando caminó hasta el asiento. Su entrevista fue mi diferente, propia a la de alguien como él. Nombraba cada una de las armas que era capaz de manejar sin ningún problema y de la distancia a las que podía lanzarlas y seguir siendo mortal la herida.

-Procuraré no interponerme en tu camino, chico- Bromeó Caesar. La gente rió y el entrevistador esperó a que se calmasen para concluir. –Bueno, hemos podido ver que no has sido el único que ha realizado ahí abajo con los Vigilantes una magnífica labor. ¿Te sientes con grandes posibilidades de vencer a cada uno de ellos?-

-Estoy muy seguro de mis capacidades, Caesar. Es cierto que hay rivales dignos, a los que ya estoy ansioso por enfrentarme, ya le he echado el ojo a uno de ellos- Cuando lo dice, la gente anima a que diga el nombre de ese tributo. Sin embargo, sé a quién se está refiriendo, la única otra persona que ha sacado la misma puntuación que él y ya le ha retado. Esa persona soy yo. Sin embargo, si él piensa que le tengo algún tipo de miedo, no es así y si lo que quería era que me sintiera en alerta, tampoco lo ha conseguido. Estoy bastante tranquilo porque yo también confío en mis capacidades.

-Suerte entonces- Caesar se despide y algunos se levantan aplaudiendo para hacer lo mismo. Me doy cuenta de que Haw tiene muchos seguidores dispuestos a ayudarle en la Arena y, en cierto modo, eso es lo que más me preocupa. Es extraño, quiero decir, temo más lo que pueda tener detrás que lo que realmente posee ya, esa furia y mortalidad.

Las entrevistas de los tributos del Distrito 2 no variaban mucho. Volvían a comentar sus técnicas y sobre lo seguros que estaban sobre ellos mismos. A mí me parecieron, de entre los Profesionales, lo más vulnerables. Luego le llegó el turno al Distrito 3, donde la entrevista de la chica no sobresalía por ningún lado. Se le notaba nerviosa, los focos y el gentío la traicionaban, y lo único que podía hacer cuando Caesar le preguntaba cosas sobre lo que esperaba en la Arena era balbucear. Llegó un momento en el que Caesar era el único que hablaba y ella se limitaba a afirmar o negar con la cabeza. Con eso, no iba a conseguir mucho, lo que significaba que tampoco iba a durar demasiado. El chico, todo lo contario a ella, hablaba sobre lo que hacía en su distrito. Por lo visto, sus padres son expertos en programación y siempre ha estado rodeado de piezas para crear artefactos electrónicos que han ayudado al Capitolio a sobresalir como una de las ciudades más avanzadas de todas las que han existido.

Pronto le llegó el turno a Kelly. Mi compañera de Distrito se levantó energéticamente y mantuvo la cabeza alta durante todo el camino. El vestido se acoplaba con su movimiento, uniéndose a ella y caminaba a pasos cortos debido a su dificultad de caminar con unos zapatos a los que no está acostumbrada. A pesar de lo que ella pensaba, mucha gente le animaba y la llamaba. Maximian había acertado cuando le dijo que tenía más gente apoyándola de la que ella pensaba.

-Bienvenida Kelly. Parece que te has ganado el corazón de algunos- le dice Caesar señalando a los que aún estaban aplaudiendo. -¿Cómo te sientes sabiendo que tienes tanto apoyo?-

-Bueno Caesar. Estoy muy agradecida por toda la gente que cree en mí, es algo muy importante. Por desgracia, sé que prefieren a otra persona-

-Yo no lo creo así. Fíjate en sus caras. Están contentos de verte, ¿verdad que sí?- pregunta a la multitud. Ellos responden con un fuerte <<¡Sí!>>.

-Gracias- agradece Kelly saludando y sonriendo un poco.

-Dime Kelly, ¿cómo es eso de tener a un compañero con una de las puntuaciones más altas? ¿Te esperabas algo así?- Esa pregunta me hace estar más atento. Mags conocía bien al entrevistador, había acertado que Caesar preguntaría algo como eso.

-Déjame decirte, Caesar, que es cierto que una puntuación como esa impresiona, incluso puede imponer a los más débiles. Pero, ¿de qué te sirve eso si no puedes hacerle justicia? ¿De verdad creéis que Finnick podrá hacer lo mismo sobre gente viva?-

-¿Qué quieres decir?-

-¡Qué Finnick es lo que se ve! Un niño en un cuerpo de adolescente. Es posible que para vosotros, él sea alguien fuerte, decidido, inteligente y mortal. Pero no es realmente así porque yo lo he visto. Su vida ha sido un cuento de hadas, con buena gente dispuesta a ayudar a su familia por todas partes y echa de menos todo eso, por eso sé que no está preparado, porque no quiere defraudar ni cambiar su esencia. Da igual las armas que pueda manejar si no es capaz de usarlas de verdad. Por dentro es una persona inmadura, incapaz de deleitarnos y pasar por lo que la Arena requiere. Estoy segura que no durará demasiado, morirá de los primeros porque se quedará inmóvil cuando vea la muerte cerca de él-

Las pantallas de todo Panem mostraban ahora mi rostro. Kelly había movido ficha justo como Mags y yo habíamos imaginado, de la mejor manera para dejarme como una persona fácil de aniquilar delante de mis posibles Patrocinadores. Kelly era bastante previsible, sabíamos lo que iba a hacer desde el momento en que supo cómo me sentía en realidad y la entrevista era la mejor oportunidad que tendría para intentar cambiar de opinión a los que iban a gastar su dinero en mí. Lo que ella no sabía es que esto formaba parte de mi estrategia.

-Vaya, eso es… interesante-Kelly estaba ahora triunfante, creyendo que eso sería perjudicial para mí. -¿Y tú? ¿Serás capaz de pasar por encima de los demás para ser la ganadora?-

Kelly mira a Caesar fijamente y luego contesta:

-Completamente capaz-

El zumbido suena entonces en ese momento y Caesar se despide de Kelly con un abrazo. Por detrás, una voz me ordena que me levante y que me dirija despacio hasta el centro. Durante el trayecto me cruzo con Kelly, quien me mira y se ríe maliciosamente.

Cuando entro a la visión de todos, el mundo parece haber levantado. Por un momento pienso en que el sonido de los aplausos se puede escuchar hasta el Distrito 12 y mi nombre empieza a llegar hasta los oídos de aquellos quienes más me odian. La audiencia reacciona bien a pesar de haber escuchado momentos antes algo que tendría que haberlos echado hacia atrás. Me encantaría ver ahora la cara de Kelly, pero no me voy a dar aún esa satisfacción.

-Creo que, ahora mismo, muchas mujeres me estarán matando en sus mentes por estar tan cerca de ti y por estar estrechándote la mano- me dice Caesar nada más llegar a mí.

-Lo dudo. Te respetan mucho y no creo que quieran deshacerse de uno de los mejores entrevistadores que podría haber. Además, no provoco esa clase de reacciones-Le devuelvo el saludo y ambos nos sentamos en las sillas. Éstas son del tipo de las que giran si quieres hacerlo y son bastantes confortables.

-¿Estás seguro? Muchos hombres están desesperados porque solo hablan de un tal Finnick. Levantas pasiones muchacho-

-¡Oh! ¿De veras? Vaya, eso es halagador señoras- sonreí sensualmente. Todas las mujeres rieron tontamente y algunas se llevaron las manos a su pecho con una cara roja.

-Diez puntos. ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando viste ese número?-

-Fue, y con perdón, ¿qué tipo de ingredientes tiene el ponche que toman los Vigilantes?- todos rieron, incluidos los mencionados. –Luego me dije: “Bueno, quizás he hecho algo que les ha llamado la atención”-

-Si te han dado un diez, créeme, les has gustado- Caesar mira a los vigilantes y éstos asienten. Después, vuelve a centrarse en mí.

-Desde que llegaste, mucha gente apuesta por ti y estoy seguro de que todavía lo siguen haciendo. Pero hay algo que acaba de comentar tu compañera que podría preocuparnos, una debilidad en tu interior por tus recuerdos. ¿Qué piensas sobre eso?- Bingo. Es justo la pregunta que esperábamos tanto Mags como yo.

-Dime Caesar, ¿qué clase de persona sería si no echase de menos todo aquello en lo que he vivido durante catorce años? –Él hace una mueca a modo de petición para que no me detenga. Descruzo las piernas y me siento más inclinado hacia delante. -Poneros por un momento en mi situación. Si os encontrarais lejos de vuestro hogar, ¿no pensaríais en él día y noche? Si existiera la posibilidad de no volver a pisar su tierra, notar su aire sobre tu piel, ¿no le lloraríais? –Observé como Caesar afirmaba disimuladamente a la vez que miraba a su público. -No creo que eso me haga débil, todos y cada uno de nosotros echamos de menos algo en esta vida y, antes de morir, seguro que haríamos cualquier cosa por recuperarlo de nuevo. Por eso voy a salir allí mañana y no rendirme, porque no puedo darles la espalda. Necesito volver cueste lo que me cueste y pasaré por lo que tenga que pasar-

-¿Qué es lo que más echas de menos?-

La primera imagen que se me viene a la cabeza es ella, Annie correteando por la arena llamándome para que la siguiera.

-Desde que me despedí, siempre he echado de menos a una persona, alguien muy importante para mí- Me dí cuenta de que todo el mundo estaba pendiente de mí- He estado con ella desde que era pequeño, hemos reído juntos y hemos pasado momentos felices y, ahora que no está conmigo, me siento solo, vacío- Caesar me mira comprensivo. -No sé si me explico para los demás. Es como si me hubieran sentido obligado a arrancar una parte de mí y la hubiera tenido que dejar atrás solo para protegerla-

-Eso es algo increíble y bonito Finnick, créeme. ¿Ganarás por esa persona?-

Antes de contestar dirijo y recorro con la mirada todas las gradas.

-Ganaré por toda la gente que me apoya, por las personas que, desde un primer momento, creen en mí. Ganaré por ella, Caesar. Lo haré-

-No lo pongo en duda. Mucha suerte mañana, Finnick-

Con el zumbido acaba mi turno. El público explota de emoción, algunos incluso no quieren que me vaya, quieren que siga sentado, hablando y descubriendo cosas nuevas sobre mí. Me imagino al Distrito 4 satisfecho con mi actuación y estoy seguro de que algunos ya están celebrando que este año, uno de sus vecinos será el ganador de los Juegos.

Sin embargo, no podía quedarme más tiempo aunque quisiera, ya que el siguiente tributo estaba ya caminando hacia aquí y tenía que volver a mi asiento. Cuando lo hice no pude evitar ver la cara de Kelly, que parecía que no se había percatado de mí y tenía una mirada ausente y de rendición. Todo había salido como planeamos y eso era algo satisfactorio. Pero, a pesar de todo, no dejaba de pensar en que, aunque sepa ahora claramente que muchos invertirían todo su dinero en mí, no era el único que contaba con ese apoyo y en que es muy probable, que nada de esto me sirva de mucho y que podría estar muerto en unas horas.


NOTA: Durante la entrevista, Finnick recita un poema de amor a Annie. No soy lo que se puede decir una experta en crear poemas y, mucho menos, de amor. Por eso he pensado que, si queréis, podéis crear vosotros alguno y me lo dejáis en Twiiter como DM o algo. Si os parece bien, publicaré en el blog los que mas me hayan gustado como material extra o algo de eso. ¡Espero que os animéis! :D

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